9.1.10

Maestro de ceremonias

Maestro de ceremonias
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El Master of the Revels (Maestro de ceremonias o entretenimientos) fue un cargo dentro de la corte británica que originalmente tuvo responsabilidades menores de supervisar las festividades reales. Con el tiempo, sin embargo, el cargo obtuvo más poder y se hizo responsable de la censura teatral.

La historia de este cargo tiene un gran interés en la historia de la escena inglesa. Entre los gastos del vestuario real se encuentran provisiones para tunicae y viseres (camisas y sombreros) en 1347 para las ludi (obras) de Navidad, de Eduardo III; durante el reinado de Enrique VII, había pagos para diversas formas de entretenimiento cortesano; y parece que se hizo regular señalar a un funcionario en especial, llamado Master of the Revels, para supervisar las festividades reales.

Para el estudio del teatro isabelino, las cuentas de los oficiales de entretenimientos proporcionan una de las dos fuentes esenciales de información fiable y espoecífica sobre la época Tudor y Estuardo. Las cuentas de los Revels proporcionan a los estudiosos hechos, fechas y otros datos.

CONDUCCIÓN DE CEREMONIAS

CONDUCCIÓN DE CEREMONIAS

El éxito de una ceremonia depende de la actitud profesional, la creatividad y los buenos modales de los organizadores, de la motivación, el respeto y los buenos modales de los asistentes y de la amabilidad y la cortesía de los anfitriones. En la organización de actividades protocolares se debe tener en cuenta lo siguiente:

• El propósito y la formalidad de la actividad.

• La fecha o fechas a realizarse.

• El numero de invitados (participantes) y la lista.

• El presupuesto a utilizarse.

• El lugar, el tamaño del lugar, la iluminación, la comodidad de las sillas y la operatividad del equipo audio visual.

• El equipo humano para organizar y conducir la ceremonia.

5.1.10

Ceremonial y Protocolo.

Se denomina ceremonial al conjunto de reglas que se establecen para determinar el modos de operar de
actos solemnes que hayan sido previamente normados por la respectiva autoridad civil, eclesiástica,
militar o diplomática. La finalidad de estas ceremonias llevan siempre una honda significación en el
campo histórico, político o institucional. Ejemplo de ellas son las ceremonias de conmemoración de la
muerte de un héroe nacional o la celebración de efemérides. Asimismo, actos de juramentación, toma de posesión, condecoraciones o reconocimientos, recibimiento de una personalidad relevante, firma de un convenio (u otro documento de importancia), entrega de informe elaborado por las comisiones Ad Hoc, inauguración, develación, etc., Ameritan la aplicación de reglas fijas en ceremonias, lo que evita
confusión y disgustos, al tiempo que favorece el ahorro de tiempo y de eficiencia.
El protocolo, por su parte, determina la precedencia, así como el tratamiento y la equivalencia entre
autoridades gubernamentales, diplomáticas, religiosas y del sector privado.
El origen de la palabra protocolo viene del Griego “Proto” (primero) y “Kollao” (pegar), denominación con que se identificaba la primera hoja, pegada a un documento Estado con las firmas que la autenticaban.
Del latín “protoculum” nombre que le asignaron al libro donde se asientan los documentos autenticados del Estado. En castellano “Protocolo”, es el libro donde se asientan los protocolos de un registro público autenticados con la firma de la autoridad oficial correspondiente. Por extensión, la palabra “protocolo” se aplica a la correspondencia oficial, entre el Estado y los encargados de las relaciones diplomáticas y, en este sentido amplio se dice, que “protocolo” es el conjunto de normas y formalismo que rigen las relaciones entre los Estados y sus representantes diplomáticos.
El termino también se usa y se aplica al quehacer común de las relaciones humanas, como el conjunto de conductas y normas a conocer, respetar y cumplir no sólo en el medio oficial ya establecida, sino también en el medio social, Laboral, académico, político, cultural y militar.
Hoy día, toda organización que se aprecie como tal, tiene su protocolo interno basado en la jerarquía de las autoridades que forman la misma; esto le permite llevar a cabo sus eventos privados o públicos, hacer y recibir invitaciones y retribuirlas, pues de acuerdo a sus principios y obligaciones dictan las pautas necesarias para proyectar la unidad e imagen de la organización.
El protocolo cuida los aspectos más variados y sensibles relacionados con el trato y precedencia de los
personajes con jerarquía, pertenezcan estas, al medio Oficial, Diplomático, Eclesiástico, Militar o Social en general.